miércoles, 23 de junio de 2010

El loco de buena salud mental

Fue un 22 de junio, en Sudáfrica por una competencia mundial, en el año 2010 donde la selección argentina se clasificaba a octavos de final ganando los tres partidos de grupo. Polokwane fue el estadio donde se disputó el encuentro contra la selección de Grecia. Sobre el piso africano, aquel suelo olvidado por años, ocurre algo con un gol se desata una gran verdad.
Todo es muy lindo para nosotros los argentinos, y más con este último regalito que nos dejó “el loco”, el mundial nos está tratando bien pero ya hay muchos festejos para mi gusto, mucho ruido y pocas nueces. Retomando, ese gol del que les hable fue simplemente un gol, pero dio que hablar. Demasiado también. Ese 22 de junio, el loco demostró que era su día y que no importaba que fuese un mundial, le quedo un rebote y le pegó al arco. A otra cosa, 2 a 0 ganaba Argentina y se terminaba la historia, ya estábamos clasificados.
El personaje que en realidad es un jugador de fútbol, Martín Palermo, el hombre de más edad que compone el seleccionado de los 23, tuvo la posibilidad de debutar en un mundial y además de lo que eso significa, convierte el segundo gol para la argentina en ese partido, cuando el DT le da su oportunidad en los últimos diez minutos del encuentro. Una gran hazaña, dos historias diferentes, con el segundo gol la tranquilidad de llevarse los tres puntos, pero también “la novela” de Martín, cuando en mi opinión, hoy el que lleva la 18 celeste y blanca demostró que no se trata de ficción, se trata de goles. El titán Martín Palermo, goleador histórico del Club Atlético Boca Juniors.

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